sábado, 12 de noviembre de 2011

Un principio

Todo empezó cuando yo, tan solo tenía 3 añitos. Fuí a ver a mi tío y me llamó mucho la atención un cartel de un centro hípico que allí había, le dije a mi padre que si nos podíamos pasar a ver los caballos y.. terminé montando en un poni que se llamaba "Minnie".
Minnie era bonita: tenia manchas por todo su pequeño cuerpo y una carita muy graciosa. Estuve toda la tarde montando y, parecía que Minnie me entendía cuando yo le decía algo, incluso todavía recuerdo mis palabras y lo que ella hacía:
- Minnie, para - Y Minnie se paraba.
- Minnie, corre - Y Minnie corría. (trotaba)
Yo en esos momentos no me preocupaba por nada ni nadie de los que estuvieran a mi alrededor, solo pensaba en disfrutar montando en poni, incluso cuando me tube que ir aun recuerdo que me puse a llorar porque no me queria ir y dejar alli a Minnie, ella, tambien parecía triste pero al final me fuí.
Desde entonces no he podido estar una semana sin montar a caballo. Siento que los caballos me comprenden, si yo siento miedo ellos lo saben..
Desde que tengo 3 años hasta ahora, que tengo 12 no he parado de montar a caballo y me alegro de no haber dejado de hacerlo. =)

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